INNISFREE ** Antonio Pedro Pérez ** Artículo  

Publicado por: Pandora


Cuenta José Luis Guerín (director de cine barcelonés) que, visitando un pub irlandés, escuchó a unos lugareños hablar sobre John Ford, lo que le dio la idea de hacer un documental sobre El hombre tranquilo. Sobre todo quería saber la repercusión que en ese momento todavía quedaba en el pueblo sobre el rodaje de 1952 de la película de Ford, el pueblo en cuestión se llama Cong, pero en la película de Ford tomó el nombre de Innisfree. Así nació la película documental Inisfree, de 1990 y que tuvo cierta repercusión en su momento dada la temática que abordó.

Innisfree, es el típico pueblo irlandés, verde, frondoso, rodeado de arroyuelos y por supuesto con un lago, una auténtica preciosidad, un remanso de paz para el que quiera dejar el stress por unos días. La taberna no podía faltar y con ella sus personajes, personas afables, encantadoras, socarrones, pero de una testarudez tremenda, capaces de discutir por todo y contra todo.

Cuando a Orson Welles le preguntaron por los tres mejores realizadores de cine, contestó: el primero es John Ford, el segundo John Ford y el tercero John Ford, y digo yo, si lo dijo Welles, no voy yo a llevarle la contraria, faltaría más. En 1952 Ford era un realizador consagrado, que ya había recibido tres óscar de la academia. Estadounidense de raíces irlandesas, quizás encumbrara al western a la categoría de gran género cuando rodó La diligencia en 1939, y comenzó su unión cinematográfica con John Wayne, su actor fetiche a todos los efectos.

Pero hoy vamos a viajar a Irlanda, concretamente al pueblecito de Innisfree, porque allí se dirige en tren Sean Thornton (John Wayne), un paisano del lugar, que emigró a Norteamérica y adquirió nombre y fortuna en el mundo del boxeo. Después de tener un desgraciado accidente en el ring (mató a su contrincante de un golpe), decide regresar a sus orígenes como un personaje anónimo y encontrar la estabilidad que había perdido.

La puesta en escena del film nos muestra lo que vamos a ver a lo largo de la película, qué tipo de personajes habita por aquellos lugares. Un tren humeante llega a una estación de tren, ésta es de tonos verdes como todo el paisaje, en ella baja un viajero alto y fuerte como un roble, despierta la curiosidad tanto de los empleados del ferrocarril como de las demás personas que están en la estación y se le acercan. Cuando se les pregunta por el pueblo de Innisfree, se produce un diálogo entre ellos en el que comentan de todo menos donde está el pueblo. Cada uno habla de lo que le interesa, dejando en ascuas al pasajero, hasta que llega Michaleen Oge Flynn (Barry Fitzgerald) con su bombín y su pipa, en una calesa tirada por un caballo. Sin decir palabra, coge las pertenecias del forastero y sólo le dice una palabra: Innisfree, despareciendo los dos por la verada, mientras el tren continúa su marcha.

De esta original manera comienza El hombre tranquilo (The quiet man). Ford nos va a retratar unos personajes definidos. Michaleen, al que ya hemos nombrado, ejerce de casamentero. El cura es Ward Born (si ya hemos dicho que Wayne es el actor fetiche de Ford, a Born lo podríamos considerar como el actor fetiche de reparto de éste). La solterona Mary Kate (Maureen O’Hara); su hermano “Red Wild” Danaher (Víctor MacLaglen), futuro enemigo de Thornton; otros personajes, como el pastor protestante( sin fieles ,todos son católicos, pero querido en el pueblo); la viuda adinerada… Todos ellos conforman una amalgama que se traduce en una de las comedias costumbristas más geniales que se ha filmado nunca .

Si en algunas de sus películas Ford rechaza las costumbres morales de la sociedad norteamericana, en esta ensalza las irlandesas. Aquí todo es igual que hace cien años.Si todo funciona bien, para qué se va a cambiar.

Cuando Sean Thornton llega a Innisfree, quiere adquirir la vieja propiedad de sus antepasados, ahora propiedad de una adinerada viuda. Sus intereses se ven perjudicados al estar interesado en la finca “Red Wild” Danaher, hombre bruto y colérico, poseedor de una libreta en la que apunta a todas las personas que le llevan la contraria. Se cruza en el camino con un torbellino pelirrojo que se llama Mary Kate y que a la postre es hermana de Danaher. Se enamoran, pero éste rechaza de plano cualquier iniciación de romance. Danaher no puede ver a Thornton desde que se ha enterado que pretende la misma finca que él. Thornton se hace con la finca y con el amor de Mary Kate. Así podemos contemplar esas escenas llenas de costumbrismo, de ternura, de ironía, de humor, como son el paseo en calesa con el casamentero de carabina, el paseo en bicicleta y el refugio en la vieja iglesia para guarecerse de la tormenta. Podemos ver la carrera de caballos, genialmente rodada, los vítores que le hacen al pastor protestante cuando viene su obispo a inspeccionarle, las escenas en la taberna (siempre con una pintas de cerveza de por medio), el orgullo que muestra Mary Kate por su dote cuando su hermano se la niega en su boda con Thornton y que da origen a una transitoria separación, porque ella confunde la actitud de su marido hacia su dote con cobardía… Todo rodado con mano maestra por Ford con una genial fotografía de Winton C. Hoch ( por la que gano él Oscar) y música de Víctor Young.

Pero llegamos al momento culmen de la película. Mary Kate abandona a su marido y se dispone a coger el tren y marcharse del lugar. Thornton llega a la estación y agarrándola fuertemente del brazo la obliga a que lo acompañe hacia el pueblo. Los ocho kilómetros que separan la estación de Innisfree se convierten en un enjambre de personas alrededor de la pareja, acompañándola hacia su destino. Al pueblo llega la noticia antes que la comitiva, todos se echan a la calle para recibirlos, hasta un viejecito postrado en su lecho revive como ensalmo y sale corriendo para no perderse detalle. Danaher espera a su cuñado, es el momento de aclarar quién manda. El enfrentamiento es épico. Thornton no quería llegar a este extremo, está muy marcado por la muerte de su contrincante en el ring, pero las circunstancias no le dan otra opción. Los golpes se suceden, ninguno se da por vencido. Los vecinos jalean a los dos hombres, se cruzan las apuestas, hasta que el agotamiento puede más que la cabezonería de ambos. Un breve diálogo entre los dos acaba en apretón de manos.

Esta historia sencilla, basada en un relato de Maurice Walsh, se convierte en una obra maestra que con los años no ha perdido ni un ápice de frescura. Es Ford en estado puro. Wayne está genial, esta vez sin caballo ni pistolas. Todos los demás integrantes dan la réplica fantásticamente. El personaje de casamentero de Fitzgerald, con su bombín, su pipa y su mirada socarrona me seduce especialmente. Es una película que no me canso de ver y por la que John Ford consiguió su cuarto óscar.

This entry was posted at 19:55 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

4 comentarios

Anónimo  

No digo que no sea interesante este apartado de cine, pero en mi mas sincera opinión llamaría mas la atención películas mas conocidas, vistas por todos. Y reitero que con esto no menosprecio su trabajo, pero me atrevería a asegurar con total certeza que desde que empezó Pandora, Blade Runner ha sido la película que ha comentado y han visto mas lectores. De las demás... Para gustos colores, de eso no hay duda, pero si quiere mi consejo analice peliculas mas conocidas o atractivas. Un saludo.

3 de julio de 2010, 12:55
Anónimo  

Muchisimas gracias por tu comentario Sr. Anonimo. Quizás es que yo en esto del cine me considero intemporal, es más considero que entre el cine que se hacía en tiempos preteritos y el actual no hay color, y no me refiero al blanco y negro de la fotografía, logicaménte siempre hay excepciones que confirman la regla. Si quiero tener una tarde de buen cine, lo mismo elijo "El maquinista de La General", que "Farenheit 451", que por supuesto "Blade Runner". En mi Facebook en el apartado de preferencias cinematográficas hago referencia a mis diez películas favoritas, y en primer lugar está "The quiet man", por lo que no era ilógico pensar que antes o después le dedicara un artículo a dicha película. Como me da la impresión de que no la has visto, te la recomiendo, no te va a defraudar. Un cordial saludo querido Anonimo, tendré en cuenta tu sugerencia para próximos artículos, a lo mejor me voy a paisajes nevados con dos prodigíos norteamericanos que además son hermanos.

8 de julio de 2010, 12:52

¡¡¡ Eso, eso !!! ¡¡¡Queremos a los Cohen, pero yaaaa!!!

13 de julio de 2010, 22:31
Julián  

¿Películas más conocidas? No me extraña que firme como anónimo, por los clavos de Cristo, si estamos hablando de una de las mejores películas de todos los tiempos, del mejor director de la historia!
Desde luego, "El hombre tranquilo" siempre ha sido una de mis favoritas.

3 de junio de 2011, 17:02

Publicar un comentario

Las imágenes utilizadas en esta página aparecen publicadas en Flickr.

Licencia

Creative Commons License Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.